Salí con mis chicas dispuesto a comerme kilómetros de carretera privilegiado por la buena compañía de dos bellas durmientes que apenas podían contener sus somnolencias, imaginando a sus principitos azules...es curioso que ahora tenga más amigas que amigos, será que ahora no tengo a nadie juzgando mis movimientos tras mi nuca, o quizás sí, no sé...
Tocó el día desobediente, oídos sordos, a veces soy un gran cabezota... y por eso quedaron las cuentas como quedaron. Atravesamos primero un desierto de caravanas estivales, entre los puentes y ferias locales que todo lo alegran, bonitos parajes de una costa andaluza emborrachada de construcciones a pie de playa, ultrajada en su propia virtud...
La recepción local no fue la más correcta, coches de la
Malamérita a diestro y siniestro, cacheando al personal, registrando hasta el último hueco de los automóviles, haciendo el
agosto ahora que estamos en "recesión", al parecer también, de los derechos fundamentales democráticos de las personas a consumir lo que les apetezca, como mayores de edad que son. Qué seguro se siente uno en estos casos mientras los traficantes de armas descansan apaciblemente en Puerto Banús. Caza menor, patética función. Para eso contribuimos mensualmente.
El entorno no era precisamente idílico, decenas de sábanas de plástico y una playa abandonada a los restos. Polvareda, pedregal, crusties mal tostados a diestro y siniestro. Caos de automóviles apoltronados en la vereda. Basura, basura y más basura...poco glamour y brillo.
Acudimos al escenario "Lo.Li.Ta" a ver a My Brightest Diamond, Shara Worden es de ésas que llevan el rollo de chicaintrovertidaimaginativamediotarada, de ésas de las que uno se enamora perdidamente para luego sufrirlas en silencio...
Con tan sólo una guitarra (menos una cuerda) supo reproducir las estructuras de su magnífico último trabajo. Energía y delicadeza todo en una. Saint Etienne volvieron a aburrir al personal con las canciones menos movidas de su repertorio y una puesta en escena de orquesta de barrio, por no hablar del modelito de Sarah Cracknell sin coartada vintage... Todo lo que a ellos les faltaba Goldfrapp supo entregar y convencer recurriendo a sus viejos hits sensuales y al nuevo repertorio ensoñador. Los MGM difícilmente llegarán a fin de año, vaya bluff más petarda...Sorprendieron Ratatat (aunque parezcan otro grupo en el último disco) y la puesta en escena de Massive Attack, un verdadero despliegue de arte contemporáneo visual con mensajes cada vez más necesarios a nuestras DEMOcracias...La reina, la de siempre. Ver a Bjork es siempre un espectáculo singular, te guste o no. Picarona y astuta, fue salpimentando los cortes más rudos y experimentales con los clásicos que emocionan siempre. Los Digitalism, bien siempre y cuando no se excedían del tópico remezclador electrónico bacala.
Los demás o ni fu ni fa, o directamente prescindimos de sus servicios.
Volvimos al hotel al unísono grito de "viva la Guardia Civil" (que a altas horas de la madrugada persistía en la inspección de todo "hippie" sospechoso). Qué país.
Nos iremos a Lisboa, a darnos un baño de saudade familiar. Todos lo necesitamos. Tiempo para pensar en el torbellino de sucesos que pasan delante de mis pies, me superan e impiden operar con sensatez. Curiosos reencuentros nos ofrece la vida, unos fugaces y otros con vocación de permanencia impropia. A prueba día tras día hasta convertirme en un ser inmortal, o morir in.
Ola Festival. El Ejido. 15 de agosto de 2008
