Antonio D. Resurrección. s/t. Málaga. 2011
En
una sociedad acostumbrada a la hiper-exhibición (nada más lejos de la
des-inhibición) verbal, visual, ideológica, sexual... se tornan
necesarios, más que nunca, los fondos reservados de la identidad. Del
misterio seductor de nuestras cualidades, haciendo oídos sordos al mal
llamado reality, falsariamente obsceno.