Henri-Georges Clouzot. “La Prisonnière”. 1968
“… And if I open my heart to you
And show you my weak side
What would you do?…”
“Je ne voulais pas interrompre votre rêverie”
El reverso de las cosas, la polarización que permite dar visibilidad a las particularidades ocultas en nuestra vulnerada intimidad.
En el visceral e insensato gesto de llevar la delantera, se quedan rezagadas aquellas dotadas de un presunto hálito sobrenatural, postradas al olvido y la calumnia. La energía, sin estrategia ni mesura, resulta fuerza desperdiciada, exsangüe. Estériles gestos por salir a flote de un mar profundo, gélido, abisal. Nunca en ninguna recreación, estrategia vital, se trató de conseguir, sino de mantener. El reverso de la rêverie.
“… And if I open my heart to you
And show you my weak side
What would you do?…”
“Je ne voulais pas interrompre votre rêverie”
El reverso de las cosas, la polarización que permite dar visibilidad a las particularidades ocultas en nuestra vulnerada intimidad.
En el visceral e insensato gesto de llevar la delantera, se quedan rezagadas aquellas dotadas de un presunto hálito sobrenatural, postradas al olvido y la calumnia. La energía, sin estrategia ni mesura, resulta fuerza desperdiciada, exsangüe. Estériles gestos por salir a flote de un mar profundo, gélido, abisal. Nunca en ninguna recreación, estrategia vital, se trató de conseguir, sino de mantener. El reverso de la rêverie.