lunes, 4 de agosto de 2008

Impopsión



Tras unos prolegómenos bastante accidentados y bajas de última hora tomamos rumbo hacia el interior de la España profunda. No me pregunten por qué huimos hacia el interior cuando lo rural no es precisamente nuestro fuerte (oígase de banda sonora "Train round the bend" V.U). "Dejarse llevar" tampoco es distintivo de esta casa... quizás sea lo más sensato en estos tiempos de corrientes circulares y callejones sin salida, pero incomoda estar des-localizado. No sense es la tercera característica ajena a nuestras convicciones. Enajenación estival.

La patrulla Chuky arribó en un lujoso hotel (en medio de la nada), propio de una historia de Lynch. Varios espacios, baños, jacuzzi para dos supervivientes de demasiados desengaños. La suite nupcial, un regalo envenenado del destino, tan grande como un campo de fútbol.

Con el suficiente descanso nos desplazamos al festival Pin y Pon. El Take it easy parece ser la seña de identidad local. Veinticinco minutos esperando un puñetero bocadillo de jamón (qué rico) con el agravante de que no eran demasiados los demandantes de comida.

Convenientemente hidratados por numerosas botellas de agua nos acercamos al escenario para ver Teenage Fun Club disipándose los dolores físicos y síquicos. Muchos no sabrían ni quiénes eran (a pesar de que se dejaron la faringe coreando a los Floji Meyers), concierto correcto y poco arriesgado, pero al igual que ocurre con los grandes, esas magníficas canciones salvan cualquier momento: "Your love is the place where I come from", "Start Again", etc... Los Floji Meyers, Sidonie, Mutantes (como tantos grupos), a pesar de su poder de convocatoria y la capacidad para animar la fiesta (excesos de comentarios triviales y tomboleros), me transmitieron una medianería que sólo puede engrandecer a ese gran grupo que siguen siendo Los Planetas.

Menos mal que al día siguiente me perdí a Facto delafé (aghh), justo para presenciar uno de los mejores conciertos del festival. Desde la última vez que los vi, Camera Obscura han mejorado notablemente una puesta en escena que adolecía de tristeza crónica alarmante. Deluxe demostró el directo realmente eficaz del que alardea, jugando en casa todo resulta mucho más llevadero. No obstante este chico no me termina de llenar más allá de las cuatro grandes canciones que todos conocen. Lo tienes o no lo tienes.

El señor Coppini, a pesar de ser mi ídolo durante la adolescencia no me reportó ninguna nostalgia bien avenida, cantó demasiado correcto (no hay nada peor que un after-punk renegado, bueno, sí, un hippy como Teddy Bautista) aunque sus comentarios fueran tan oportunos como ácidos. Será que no aguanto a los Maga de ninguna manera (esa voz tan impostada, como si atropellaran a Robert Smith...). Llegué a los Tachenko bastante perjudicado y sólo podría decir que sonaban bien. Lo mejor de la noche, del festival, las nuevas amistades y conocidos que se acercaron a saludar, el permanente ambiente de fiesta familiar.

Tal y como está el panorama de festivales, no queda muy clara la idoneidad del planteamiento de los gestores del Contempopránea, a pesar de llevar trece ediciones. Se me antoja que su aparente virtud, el de un perfil modesto de bandas nacionales, puede ser también su mayor error. Si bien la asistencia fue bastante notable, más el sábado que el viernes, la conveniencia de ensanchar las miras hacia grupos con un nivel mayor de competencia y estilos (afortunadamente el elenco de bandas españolas trasciende el pop que busca, a veces descaradamente, la vía comercial) parece ser necesaria. Repetir nombres en un cartel puede ser una buena fórmula a corto plazo. Pero este bendito país no está preparado para la previsión. "Que el tiempo pondrá las cosas en su sitio" , Planetas dixit.

De allá al Algarve, retirada espiritual al estilo Gauguin, salpicada de simpáticos encuentros surrealistas.

4 comentarios:

Ya no soy yo. dijo...

¿cansado?

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Qué envidia!! yo hasta el ola, nada

Helena Martín dijo...

y chinarro también lo dice "el tiempo pone cada cosa en su lugar...ya veremos cuando".
Aunque personalmente me gustaba más la demo de esta canción que decía "el tiempo pone las cosas en su sitio, pero...tarda mucho"
:)
qué envidia!

Antonio D. Resurrección dijo...

¡También voy al Ola!. Muy bien acompañado, por cierto.

Este verano moriré en un festival, la manera más cool de terminar estos últimos días.

Nos vemos allá, of course