A voluntad no nos gana nadie. Viniendo de una estirpe habituada a navegar contra viento, marea y "amigos" envenenados, no supone más que el ejercicio diario al que nos tienen acostumbrados. Algunas veces en forma intencionada y las más, de manera gratuita. Mi sabia madre suele decir que nunca nos salieron las cosas a la primera, siempre antes un obstáculo que el destino juguetón nos puso en medio del camino, para hacernos fuertes o terminar de matarnos. Nada de fatalismos sino cuestión de estadística. Lo mejor, que pocas cosas sorprenden y las seguimos narrando.
Lluvia cordobesa, lluvia sevillana y, cómo no, lluvia granadina. Mojados y bien mojados, húmedos sobre un asfalto repleto de accidentes, manos a la cabeza y gestos desesperados, largas caravanas de rutina fin de semana, volviendo a Granada, la tierra que me proporcionó tantas noches en vela y tantos otros ejercicios espirituales de madurez sentimental. Granada, la ciudad hechicera, después de demasiadas visitas canceladas por aquellos avatares del destino (el jodido "destino" que me tiene realmente podrido...), volvía a recibirme con los brazos abiertos.
Aparición estelar... Comienzo a perder identidad a golpes de confusiones...tal artista, tal cantante...-"felicitaciones por el nuevo disco"-...-"Sí, gracias, estamos muy contentos con "Las amargas lágrimas de la chica descerebrada""-... No hay nada como ser artista.
Una vez más La Industrial es el peor lugar para escuchar música, cuesta creer que en un espacio dedicado a la electrónica suenen siempre tan mal los graves...
Y mis niñas, víctimas de una parálisis escénica incomprensible (¿son realmente siempre así?) producían un efecto de aspirantes a karaoke poco aconsejable. Las voces se perdieron entre los bellísimos y adictivos ritmos electropop. Canciones grandes que merecen un mejor día, un mejor sitio y una mejor puesta en escena. "Velocífero" es un disco notable y a guapas y cool no les gana nadie: qué encanto de vestidos.
En el after, mis amigos del M.C. retomaron la dirección hacia donde debían haber estado las cosas siempre. Indie-dance eliminador de toxinas, joie de vivre!!!. Luego visita obligada a la ermita del Music con charla con niño mutante, embarazada, abandonada, aspirantes y Albarn, eterno cicerone. Final apoteósico-decadente en el Sugar.
"...que la que yo más quiero me está esperando..."
Ladytron. Industrial Copera. Granada. 31 de octubre de 2008.
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