sábado, 13 de diciembre de 2008

Menos es más















El pasado ocho de diciembre el Teatro Central volvió a ser de nuevo punto de referencia cultural de la capital hispalense, tras años de encomiable programación artística (Since 1992!), al ofrecer el último concierto de la gira española de la banda norteamericana Low. La formación de Minnesota es uno de esos grupos legendarios de los noventa encuadrados en la épica norteamericana electrificada, al igual que Yo la Tengo: tres eran tres, pareja incluida, baterista femenina incluida.

En el recoleto paralelepípedo de La Cartuja asistimos a una liturgia familiar misteriosa y fascinante que demostró que con mucho talento y pocos elementos: guitarra, bajo y percusiones, se pueden transmitir bellísimas imágenes reveladoras de lo de siempre: lo humano y lo divino, de un modo tan minimalista y eficaz que tanta espiritualidad desnuda invitaba a la conmoción reflexiva y el recogimiento, como si estuviéramos de más en aquel exorcismo mormón de tres reyes magos. Me quedo con las aportaciones vocales y percusivas de Mimi Parker, complemento esencial (y algo más) de la notable guitarra de Alan Sparkhawk.
La "metrópolis" parece despertar de su aletargamiento dieciochesco, ¿espejismos?

Low. Teatro Central. 8 de diciembre de 2008. Sevilla

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me daba a mí en la nariz que tú también estuviste allí.
Menudo conciertazo. Como el de esta noche de Russian Red (aunque no tengan nada que ver).

Antonio D. Resurrección dijo...

Casi siempre las mismas caras en los mismos sitios: inauguraciones, conciertos, estrenos...como si fuéramos una gran familia. Excelentes ocasiones para saludar a los amigos y saber de ellos.
La gente está deseosa de ver cosas diferentes en el "pueblo", aunque eso no salga en los medios de comunicación y se siga ofreciendo una imagen de la "ciudad" (cuando menos) decimonónica y anclada en el folklorismo (que no en el folklore).
Estuvimos dudando si ir o no (no teníamos entradas) y al final mereció mucho la pena. Extraordinario.

No fui a lo de Russian Red pero tengo mis contactos. Me comentaron que gustó, ¿no tendrá nada que ver con que sea mona, resultona, verdad?

Un abrazo, amigo.