domingo, 10 de enero de 2010

Ruido blanco


Dominique A. "Immortels". 2009

Mientras la nieve cae, nudo en la garganta al revelarse la propia alargada sombra como el peor enemigo que podamos siquiera imaginar, uno mismo, al parecer, incapaz de corregir una trayectoria irregular, de perfil suicida. Quién puede tener miedo a la felicidad, quién puede permitirse el lujo de dejar perder El Dorado otra vez re-descubierto. Aguirre se pudre en medio de la selva, su grito existencial, ese fatalismo macerado a golpes de decepciones, retumba en mis oídos, me impide progresar... A ratos, en el ínterin, se extravió cómo ser sensato y espero que ella sea capaz, suficientemente perspicaz, como para devolverme aquel aura mística que irradiaba este contorno, la delgada línea amarilla de la alegría. No quiero vivir en aquel mundo imperfecto, atorado de malas maneras, maletas cargadas del pernicioso lastre de la memoria. No quiero huir justo ahora que se abrieron las puertas del paraíso, mierda, justo ahora no.

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