jueves, 13 de diciembre de 2012

Cálido

"The Girlfriend Experience". Steven Soderbergh. 2009















El grito sordo que apenas reverbera, salvo en el interior, adscrito a una suerte de compromiso con el sistema inmune. Extraviar las tortuosas vías de servicio, despistar a la condescendencia de la rutina, el blanco inmóvil de la apatía. Parole, parole… Recuperar el tono brioso de la autonomía y la calma placentera del saberse centrado. Acudiendo a los universos propios, esas constelaciones que nunca debieron abandonarse en beneficio de una más que dudosa posibilidad de trascendencia, más allá de aguas estancadas, incapaces de proporcionar fluidez a la experiencia. La agradable recurrencia sin menoscabo de expectativas aventureras. 
A la caza y captura de aquellas incursiones coyunturales que nos reporta un enriquecimiento tan fugaz como intenso. Como la mirada empática de quien se sabe próxima a ti. Como un largo y cálido abrazo de durmientes, preámbulo del sueño reparador que convierte los costosos errores del pasado en pequeñas volutas de humo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Under the sheets

Antonio D. Resurrección dijo...

The perfect kind of love, true love...