domingo, 24 de noviembre de 2019

Somos la connivencia

 
“Nos resistimos a traicionar nuestros principios”
“Nos resistimos al todo vale”
“Nos resistimos a dejar de nadar contracorriente”
“Nos resistimos a hacer lo que sea para vender más”
“No vamos a cambiar el mundo, pero el mundo no nos va a cambiar a nosotros".

Anuncios publicitarios supuestamente empoderadores, tan vacuos y absurdos como el septum en la nariz, que cierran vendiéndote una cerveza, un contrato eléctrico o un coche, dinamitando de paso, aquellas nobles ideas que manosean con inefable desfachatez. Una forma descarada post-capitalista de neutralizar cualquier opción de trascendencia y reacción ideológica.

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