martes, 30 de agosto de 2022

Permanencia

 
Christophe Honoré. “Chambre 212”. 2019

“… Because of all these triangles and squares
The memory we seem to share
Replays a distant love that plays my records wrong…”

“Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva: arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos”. Georges Perec

Existe otra creencia colectiva, causa común, en la que se asume como categórico el declive y la extinción a corto plazo de cualquier propuesta artística frívola, bastarda, ventajista e inconsistente, cuando lo que sí se puede demostrar fehacientemente es la vulnerabilidad de las realmente buenas y honestas, de las que aspiran a cierta trascendentalidad.
La misma dinámica resulta aplicable al mundo de los afectos y de las relaciones sociales, de cualquier manifestación behaviorista que revela idénticas pautas y reacciones, la asunción esotérica de que lo espurio desaparecerá por sus propios mecanismos de este mundo contemporáneo, que lo construido en la memoria sólo da cabida a las propuestas y sentimientos nobles.

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