Jean-Luc Godard. “Masculin/Féminin”. 1966
“Love affirms the pain of life”
“… Would you love me for my money?
Would you love me for my head?
Would you love me through the winter?
Would you love me 'til I'm dead?
Oh, if you would and you could
Come blow your horn on high…”
“… Alive, moving through dusk
Alive, if only once
You make me feel like the prom queen that I never was”
La oportunidad siempre estuvo ahí, al alcance de la mano, porque existieron miles de oportunidades que no se supieron, no se quisieron aprovechar, entre el ventajismo coyuntural del “cuanto peor-libre albedrío” y la impotente presunta inseguridad crónica.
En el juicio final suman los resultados, los estragos de una interminable sucesión de despropósitos y barbaridades, los estigmas imborrables del daño producido, de los puentes alevosamente dinamitados.
La última oportunidad siempre estuvo ahí, al alcance de la mano, porque las oportunidades se miden por la capacidad de los individuos para revertir los escenarios, para convertir la infamia en ilusión cauterizadora. Y sólo ellos son responsables de su propio destino. Last call center. The prom queen that could never was.
“Love affirms the pain of life”
“… Would you love me for my money?
Would you love me for my head?
Would you love me through the winter?
Would you love me 'til I'm dead?
Oh, if you would and you could
Come blow your horn on high…”
“… Alive, moving through dusk
Alive, if only once
You make me feel like the prom queen that I never was”
La oportunidad siempre estuvo ahí, al alcance de la mano, porque existieron miles de oportunidades que no se supieron, no se quisieron aprovechar, entre el ventajismo coyuntural del “cuanto peor-libre albedrío” y la impotente presunta inseguridad crónica.
En el juicio final suman los resultados, los estragos de una interminable sucesión de despropósitos y barbaridades, los estigmas imborrables del daño producido, de los puentes alevosamente dinamitados.
La última oportunidad siempre estuvo ahí, al alcance de la mano, porque las oportunidades se miden por la capacidad de los individuos para revertir los escenarios, para convertir la infamia en ilusión cauterizadora. Y sólo ellos son responsables de su propio destino. Last call center. The prom queen that could never was.
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