domingo, 4 de abril de 2010

Il fichi






















Augusto era plenamente consciente de su permanente fragilidad, la táctica de la burbuja palidecía en las manos de quien poseía un imperio, esa obsesión por preservarse íntegro lo hizo más vulnerable, quizás, a sabiendas de que el principal enemigo era la confianza en los suyos...
Aquel egregio mandatario a quien los mayores escuchaban siendo joven, solicitó el aplauso como despedida, una forma elegante de salir de la scena, acelerada por Livia de una manera infame. La pasión ponzoñosa.

6 comentarios:

Rosemary dijo...

No vayas a seguir el camino de tu helmano "Augusto", el busto con mucho gusto....

Antonio D. Resurrección dijo...

El antídoto!, el antídoto!

Kilometrica dijo...

Vaya con tus primos. Un saludo

Antonio D. Resurrección dijo...

Todo lo mejor y lo peor está en la familia. Besos

Anónimo dijo...

Tienes un perfil tan hermoso...

Sé que no debiera disfrazarme en anonimato, pero no me atrevo a dejar nombre.

Antonio D. Resurrección dijo...

No se deje llevar por las apariencias!... ;P

Besos.