lunes, 6 de septiembre de 2010

Sedentes





















Antonio D. Resurrección. S/t. Praga. 2010


Nos pasamos la vida esperando un sortilegio, una llamada divina, una confirmación de los hechos, la casuística del azar convertida en matemáticas, que nos avise y dé sentido a lo que somos incapaces de determinar por falta de voluntad o, simplemente, incompetencia.

2 comentarios:

María Jiménez Aguilar dijo...

Hermosa fotografía, que se convierte en inquietante al leer tu texto (¿es tuyo?). Palabras, reflexión en donde subyace otro binomio que siempre me ha producido cierto desasosiego: realidad-deseo. Y si a eso le añadimos ese concepto de "providencia" tan arraigado en nuestro interior judeo-cristiano... La mezcla puede resultar asfixiante.
Por cierto: me encanta cómo ilustras tus textos. Siempre logran ampliar su sentido. Un abrazo.

Antonio D. Resurrección dijo...

Pues muchas gracias, María. Me honran tus cumplidos y me encanta establecer conexiones.
Efectivamente. Cuando el texto no va en cursiva es mío. Es una constante por estos ríos, la (auto) reprimenda, el recuerdo de que podemos y debemos dirigir nuestra vidas y sueños. Al parecer, resulta ser más cómodo justo lo contrario, "dejarse llevar", esperar sentados a los acontecimientos...
El vínculo lenguaje visual y verbal es una prioridad en mi trabajo, ambos se complementan y enriquecen. Para mí, la perfecta pareja como aspiración estética, más allá de lo acertado o no de los resultados. Procuro huir del bombardeo mediático estéril o de la imagen "adorno". Besos