lunes, 17 de octubre de 2011

Derivaciones


Fever Ray. "Keep The Streets Empty for Me". 2009

Desfasar, con el pie cambiado, los bucles giróvagos como telones de fondo, a los que la China hacía referencia no si cierta noción inexpugnable de la adicción…
Una Pax Romana tan vulnerable al borde del colapso…
Descontrolar, en la inercia de la noche, donde el lenguaje cede su posibilidad de significado a la melopea verbal productora de desencuentros y malentendidos.
Desarmar, estado cero del conocimiento en los límites de la integridad, los despojos de despojos que se acumulan y amplifican el estado de las cosas. Tal vez el pertinaz estío que se resiste a abandonar las calientes veladas nocturnas…
Desmemoriar hasta perderse en la oscuridad de la oscuridad, en el que el tiempo aquilata el insistente estado de emergencia, un lapsus en medio del trajín semanal, forzando la posibilidad de una epifanía redentora. Perder la cabeza como exorcismo para recuperarla sin pisar en falso, el valor de la tranquilidad retroalimentada desde el lado oscuro. Ritmo desaforado, contrapeso al recurrente examen evaluador en el que deben preocupar los cables sueltos, esos filmes inconclusos, esas charlas silenciadas, historias abiertas desangradas que se pierden en la nebulosa amnésica de la madrugada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Freund der nacht...

Antonio D. Resurrección dijo...

Vargtimmen. La hora del lobo...