Michelangelo Antonioni. "Zabriskie Point". 1970
Y si los momentos de furia desatada, de ira incontrolada, de pura visceralidad y desatino fueran más comedidos que la propia reflexión y la retórica analítica…
Y si el raciocinio y la mesura nos condujeran a conclusiones mucho más completas, desarrolladas y, por tanto, más efectivas en su dimensión ponzoñosa que aquellos desbarres de verborrea desproporcionada…
Y si la inteligencia fuera un motor diabólico de asociación de hechos y concatenación de conclusiones ineluctables para los que la animalidad que habita en nosotros no estuviera preparada…
Y si la condición bestial fuera más educada, permisiva que la propia verdad…
martes, 31 de enero de 2012
miércoles, 18 de enero de 2012
La cascada
Marcel Duchamp. "Étant donnés". 1946-66.
Desde las puertas del cielo, allá en lo alto, se pueden divisar territorios casi olvidados por la pátina del resentimiento. Un selvático promontorio, remanso de paz para las almas erosionadas en la permanente circularidad de los acontecimientos. Trayectorias que, lejos de invitar al acomodaticio uso del conformismo, reduplican esa energía fuertemente mermada por el necesario recurso del aprendizaje afectivo. La vehemencia y la fe, paradigmas de la grandeza del ser humano.
Si como se dijera, la verdad tiene estructura de ficción, los mejores actores, aquellos dotados de la fuerza incombustible de los vientos, quedan abocados a protagonizar la mejor historia posible, la de un amor verdadero.
Desde las puertas del cielo, allá en lo alto, se pueden divisar territorios casi olvidados por la pátina del resentimiento. Un selvático promontorio, remanso de paz para las almas erosionadas en la permanente circularidad de los acontecimientos. Trayectorias que, lejos de invitar al acomodaticio uso del conformismo, reduplican esa energía fuertemente mermada por el necesario recurso del aprendizaje afectivo. La vehemencia y la fe, paradigmas de la grandeza del ser humano.
Si como se dijera, la verdad tiene estructura de ficción, los mejores actores, aquellos dotados de la fuerza incombustible de los vientos, quedan abocados a protagonizar la mejor historia posible, la de un amor verdadero.
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