Michelangelo Antonioni. "Zabriskie Point". 1970
Y si los momentos de furia desatada, de ira incontrolada, de pura visceralidad y desatino fueran más comedidos que la propia reflexión y la retórica analítica…
Y si el raciocinio y la mesura nos condujeran a conclusiones mucho más completas, desarrolladas y, por tanto, más efectivas en su dimensión ponzoñosa que aquellos desbarres de verborrea desproporcionada…
Y si la inteligencia fuera un motor diabólico de asociación de hechos y concatenación de conclusiones ineluctables para los que la animalidad que habita en nosotros no estuviera preparada…
Y si la condición bestial fuera más educada, permisiva que la propia verdad…
martes, 31 de enero de 2012
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