viernes, 21 de agosto de 2020

Marchitas

 
Agnes Varda. “Cléo de 5 à 7”. 1962

"... La Vanité vue sous cet angle
N'est pas la main qui nous étrangle
Juste le soleil qui tournoie
Lorsqu'on voudrait qu'il reste droit
Mais íla longue on s'apercoit
Qu'elle fissure
Le futur
Délicat..."

Detrás del escenario y la grandilocuencia de lo público, detrás de la façade soberbia, de la exposición temeraria a la luz, se descompone el artificioso centro floral de miradas y atenciones. Un prematuro aviso de la ley del tiempo, implacable justiciero que carece de concesiones. Lo in-público impúdico terminar desmoronándose como un mundo vegetal en proceso de descomposición, la insalubridad de raíces podridas exentas del necesario sustrato vital. From here to eternity.

¡Aggh! Aquellas orquídeas esplendorosas, aquellos fastos ornamentales, el atrezzo vegetal que las refrendaba. De tanto mostrarlas, de tanto ofrecerlas, de tanto regalarlas, de tanto tanto y en tanto tonto… Amplios balcones abiertos que defenestraron todo su legado sobre el grasiento adoquinado de la vía. La mejor carrera, el desperdicio y la in-senza-te son un grado. Fall in floor.

Y en los callejones, en las callejas, en los márgenes y vericuetos metropolitanos, el brillo que otrora deslumbrara queda fuera de foco, relegado al desprecio de lo usado, improvisando una deriva de aciago futuro. Flores aplastadas, agónicas, mancilladas. Apenas un pálido reflejo en un charco de agua estancada anexo a una riada de colillas y papeles desechados, compost de colector. Del mismo modo que la levedad de las emociones, un mundo contingente, efímero. Las flores del mal. Bloom-s-bury, Fade out.

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