domingo, 8 de mayo de 2022

Heterotopía

 
Robert Bresson. “Un condamné à mort s'est échappé”. 1956

“… Undead, undead, undead…”

“…I'm looking at our grass
I'm struggling for words
I'm dreaming of a place
I held close in a state
Darkness fades

The nights are now
Better stay, light
I'm looking for a way
Darkness fades”

La habilidad para convertir la noche y el día, Aglaoníkē tras las bambalinas de un juego mil veces jugado sin terminar de asumir las reglas. Ni la calma del vendaval, ni el torbellino del silencio. Aquellas promesas rotas, las que nunca fueron realmente verbalizadas, sacadas a la luz: un agente que a muchos atemoriza y a otros los bautiza con el privilegio de la iluminación ilustrada.
Ese exactamente es el espacio destinado a la experimentación vital, el salón de juegos alborotado por corrientes de aire imprecisas, caprichosas. Él también es ella y ella es él, remedios genéricos. Pudiera contextualizarse en la locura normalizada, blanqueada en rastro ordinario de vulgaridad. Aquel fantasma hauntológico de contornos imprecisos y mirada esquiva. El gesto de la apariencia y la inevitable vocación de intrascendencia.
Peleando cada palabra, cada enfoque, cada sentimiento consuetudinario, para darse y darle sentido a este espacio, a este juego de días y noches y a este viento familiar que aparece y desaparece como nosotros mismos.

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