Jean-Luc Godard. “Le Mépris”. 1963
“Vem ken siyla forutan vind?
**who can sail without the wind?
Vem ken ru itan oror?
**who can row without an oar?
Vem ken shilyas fron vennen sin,
**who can say goodbye to their love
utan att fella torar?
**without crying?
yo ken siyla forutan vind.
**I can sail without the wind.
yo ken ru itan oror.
**and I can row without an oar.
Men ey shilyas fron vennen min.
**but I can't say goodbye to my love
utan att fella torar.
**without crying”
Y luego subestiman el poder de las artes. En cuestión de duelos y venganzas, los artistas siempre juegan con ventaja. Sus potentes armas y cauterizantes creativos no conocen rival. Más allá de la tecnología, más allá de las ciencias, más allá de las sicologías, esoterismos y religiones, más allá de los vetustos recursos del positivismo. El artista (y sólo él) puede convertir la afrenta en pura energía redentora.
“Vem ken siyla forutan vind?
**who can sail without the wind?
Vem ken ru itan oror?
**who can row without an oar?
Vem ken shilyas fron vennen sin,
**who can say goodbye to their love
utan att fella torar?
**without crying?
yo ken siyla forutan vind.
**I can sail without the wind.
yo ken ru itan oror.
**and I can row without an oar.
Men ey shilyas fron vennen min.
**but I can't say goodbye to my love
utan att fella torar.
**without crying”
Y luego subestiman el poder de las artes. En cuestión de duelos y venganzas, los artistas siempre juegan con ventaja. Sus potentes armas y cauterizantes creativos no conocen rival. Más allá de la tecnología, más allá de las ciencias, más allá de las sicologías, esoterismos y religiones, más allá de los vetustos recursos del positivismo. El artista (y sólo él) puede convertir la afrenta en pura energía redentora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario