Tiff Pritchett. Daughter. “Be on Your Way”. 2023
“… I won't hold you back
Time throws us around
And there is never just one future plan
Our lifetime dreams aren't bound
And you won't hold me back
Won't keep ourselves awake
Believe me friend
My soul estranged
I will meet you on another planet if the plans change…”
Cientos de despedidas, el final inhabilitado en una densa bruma de inconsistencia. Cientos de adioses, enclavados en el porvenir repleto de veneno ponzoñoso. Cientos de “sail away”, “so long”, “farewell”, “adieu”, “arrivederci”, “auf wiedersehen”… que parecieran facilitan el protocolo del desahucio afectivo…
Y hasta si algún día se contemplaran situaciones pretéritas, sería imposible compensar las heridas abiertas, el miedo al pasado que entumece los huesos, el fuego que quema pero no calienta. La recurrente y oportuna irrevocabilidad de la historia, el gran leviatán que hemos logrado construir esmeradamente a golpes de miseria humana a lo largo de los años.
El desfile de espectros realmente vívidos, hiperreales vienen a recordarnos testimonialmente y consuetudinariamente la inefable habilidad que tenemos para con la ruina y la estulticia, sesgo de negatividad elocuente, testimonio de nuestro fracaso social, ese que tendemos a obliterar en los prolegómenos de algo pretendido y pretenciosamente "nuevo". Cuando el ahora es tarde y el futuro invalidado se muestra inconcebible.
“… y durante millones de años eso fue adaptativo. Si olvidabas a tus enemigos podías morir…”
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