Gisela Jané. PJ Harvey. PS’24. Barcelona. 01.06.24
“… In the rain, in the evening I will come again…”
Puede poner todas las bitches hiper-pornotizadas, las chonis chulas de barrio con sialorrea antillana impostada, las cheta-millonarias y aburridas niñatas burguesas que pretenden ser otra cosa (I want to live like arty people, I want to do whatever arty people do), que nos seguimos quedando con la profundidad intelectual de una cultura alternativa (más allá de géneros y edades) ajena a la estandarización objetual, a la mercadotecnia tardo-capitalista que tantos, jóvenes y no tan jóvenes, están fagocitando sin apenas filtración crítica (es el mercado, amigo). Tatúate, entíñete, enbárbate, blanquéate, travístete, escucha música que dentro de dos años te dirán que no es lo que hay que escuchar, en un perpetuo timo rizomático de nuestra señora madre del neo-con.
La hiper-objetualización, cosificación del cuerpo-futurmachine-mercancía con coartada paradójica de empoderamiento de género que deriva hacia la hiper-banalización de los contenidos y en consecuencia, la asunción y refrenda plena de la miríada de estigmas capitalistas. Como la clásica rumba repetitiva, tautología que no lleva a ningún lado (bueno): un ejercicio onanista, ornamental vacío de trascendencia.
Viuda, William Basinski, Arab Strap, HTRK, Vampire Weekend, Duster, Beth Gibbons, Pulp, Justice, Charlemagne Palestine, Chelsea Wolfe, Yo la tengo, Jessica Pratt, Mount Kimbie, Nala Sinephro, The Lemon Twigs, Él mató a un policía motorizado, PJ Harvey, Phew, Bikini Kill…
“… In the rain, in the evening I will come again…”
Puede poner todas las bitches hiper-pornotizadas, las chonis chulas de barrio con sialorrea antillana impostada, las cheta-millonarias y aburridas niñatas burguesas que pretenden ser otra cosa (I want to live like arty people, I want to do whatever arty people do), que nos seguimos quedando con la profundidad intelectual de una cultura alternativa (más allá de géneros y edades) ajena a la estandarización objetual, a la mercadotecnia tardo-capitalista que tantos, jóvenes y no tan jóvenes, están fagocitando sin apenas filtración crítica (es el mercado, amigo). Tatúate, entíñete, enbárbate, blanquéate, travístete, escucha música que dentro de dos años te dirán que no es lo que hay que escuchar, en un perpetuo timo rizomático de nuestra señora madre del neo-con.
La hiper-objetualización, cosificación del cuerpo-futurmachine-mercancía con coartada paradójica de empoderamiento de género que deriva hacia la hiper-banalización de los contenidos y en consecuencia, la asunción y refrenda plena de la miríada de estigmas capitalistas. Como la clásica rumba repetitiva, tautología que no lleva a ningún lado (bueno): un ejercicio onanista, ornamental vacío de trascendencia.
Viuda, William Basinski, Arab Strap, HTRK, Vampire Weekend, Duster, Beth Gibbons, Pulp, Justice, Charlemagne Palestine, Chelsea Wolfe, Yo la tengo, Jessica Pratt, Mount Kimbie, Nala Sinephro, The Lemon Twigs, Él mató a un policía motorizado, PJ Harvey, Phew, Bikini Kill…
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