viernes, 23 de mayo de 2008

Mil millones de veces













La semana pasada pude asistir a un concierto de Travolta en el que faltaba gente y sobraba otra.

Vaya por delante que soy de los que opinan que un artista no tiene porque obligarse a su público y que debe experimentar y desarrollar su propio trabajo en la línea que estime oportuna. Otra cosa es que la valoración del trabajo coincida con los gustos y necesidades del público.

A pesar de que Joaquín Pascual a estas alturas no necesita superar ningún examen, parece haber cumplido lo que la prensa especializada venía demandándole con obsesivo denuedo, esto es, delegar en ocasiones la acción vocal en otra persona dado el peculiar tono del compositor. La presencia en el grupo, en el centro del escenario, de una chica de corte pop: flequillito, vestidito jocomomola, delgadez espiritual, cara de niña, voces y bajo...en fin, el estereotipo carnalizado... resta protagonismo a quien verdaderamente lo merece, y si no, atentos a las fotos promocionales...que de no ser por operar con información privilegiada podría parecernos la nueva pareja sentimental de Pascual. Ya saben cómo nos ponemos de tontos.

La sombra, como ausencia, de Mercromina estuvo a mi lado todo el concierto y si los Travolta aportaron en su primer disco algunas buenas canciones, la extraordinaria "Mi corazón está valiente", en este segundo se echa de menos la soberbia entereza y efectividad del elegíaco "Desde la montaña más alta del mundo". Parece que una vez alcanzada la cima nos tendremos que acostumbrar a modestas composiciones sin pretensiones olímpicas.

No cabe duda que la influencia de esa especie de plaga generalizada mal llamada "americana" y el cajón de sastre en el que se incluye todo el revivalismo de la canción de autor, Nick Drake mediante con el ubicuo Nacho Vegas al frente, ha empujado a más de un buen compositor a perder el miedo al ridículo, lo cual no es recomendable a veces, una vez agotadas las viejas vías de influencia.

Estos Travolta a veces suenan demasiado "ñoños", me retrotraen en ocasiones a esas canciones del tardo-franquismo de corte folk, casi de coro de las monjas adoratrices: "Esa luz que yo vi", "Hoy tengo ganas de verte", a Nacho Vegas: "La brisa del mundo"... y si eso pudiera ser una manera de enriquecer la música con nuestra historia y raíces, un servidor no termina de creérselo. Se me antoja más un repliegue conservador que un ejercicio valiente y fresco, como el que dieron, una vez más, Los Planetas.
Otras veces suenan a una Jeanette afónica, los coros, ineluctablemente, a los eurovisivos "yeyé" españoles: "Un buen hombre". Pop bajo de tensión, demasiado ensoñador, que pierde fuelle. No obstante, quien tuvo retuvo y Pascual, hasta en las peores, siempre nos sorprende con dos o tres canciones notables: "Dime que es", "Voy adonde está la guerra" suenan bien, con brío, podrían haberse firmado para Mercromina y "En el río aquel" se salvaría de no ser por esos coros sonrojantes.

Mientras tanto, seguiremos viviendo del extraordinario pasado, "Mil millones de veces".

He intentado que me quieras mil millones de veces
y me he vuelto a equivocar mil millones más.
Me he perdido por la noche mil millones de veces
y sé que me voy a perder mil millones más.

Hay una fuerza en mi interior
mucho más fuerte aún que yo,
al menos mil millones de veces.

Prometí que nunca más mil millones de veces
y como siempre me engañé mil millones más.
Dije que este era el final mil millones de veces
y todo volvió a empezar mil millones más.

Hay una fuerza en mi interior
mucho más fuerte aún que yo,
al menos mil millones de veces.

Me hará feliz mil millones de veces,
me hará sufrir mil millones más.

Ya no puedo prometerme nada,
me engañé mil millones de veces.
Ya no puedo prometerte nada,
me engañé mil millones de veces.

2 comentarios:

azcazuri dijo...

Por empezar, no fue para nada aburrido el comentario y debo reconocer que estoy de acuerdo con todo lo que dijiste. Y creo que justamente no hacer demasiado hincapié en las tendencias y modas es lo que nos enriquece como diseñadores, artistas o el término que más se ajuste.
Tengo la suerte de estar nutrida de muchas ramas y corrientes artísticas (tanto a nivel musical, como cinematográfico y fotográfico) como para poder elegir mi identidad propia e intentar hacer algo diferente y que me satisfaga. Eso sin tener en cuenta lo mucho que me queda por conocer...
Actualmente estoy estudiando diseño, pero mi pasión pasa por el cine. Así que iré recolectando títulos universitarios y uno de ellos, con suerte, será el de Directora de Cine y TV.

Muy bueno el blog (en especial los discos destacados)...

Saludos!

Antonio D. Resurrección dijo...

El cine es el arte más completo. Me gusta mucho, aunque no cualquier cosa. He trabajado algo en vídeo pero no me atrevería a hacer una película, ya me cuesta ponerme de acuerdo conmigo mismo...
Esperamos poder ver cosas tuyas pronto, con esos mimbres (influencias) nada malo o trivial puede salir de ahí. Estaremos atentos.
Gracias por los cumplidos, Unkle también molan. Chau, chau