jueves, 4 de marzo de 2021

Monocanal

 
Claude Lelouch. “Un homme et une femme”. 1966

“… I thought she was Mary, Queen of Scots
I tried so very hard
Shows just how wrong you can be
I'm gonna stop wasting time
Somebody else would have broken both of her arms…”

“… Tengo miedo de todo: pájaros, tormentas, ascensores, agujas… y ahora este gran temor a la muerte…”

(Mi) Y desde el otro lado de la pantalla-tamiz, evocación ensoñadora de una casa en las afueras de dos plantas y la marea desordenada de objetos por el suelo, como en “Remind Me Tomorrow”, el abandonado de un mundo doméstico depauperado, decadente, a punto de indiferenciarse en la maleza de detritus físicos, síquicos y sentimentales.

(Ellas) Híbrido de dos singulares identidades, la simbiosis de lo mejor y lo peor, el vínculo de una danza relacional, sentimental que pudo ser (no), que pudo ser (no). Todo (ne pas) era hermoso y constante. Dis-moi si tu te souviens de tout.

(Yo) I tried so very hard Shows just how wrong you can be… como quiera que sea, nunca es suficiente ante una vivienda que hace aguas por todos lados, el edificio de la ignominia y la insensatez (y más, demás), Ah insensatez que você fez, coração mais sem cuidado… (no).

(Tú) ¿Merece la pena vivir así este tipo de vida? Standby de una actualidad contaminada por la memoria y el remordimiento, un desplazamiento en el tiempo repleto de escopolamina. La náusea de cristales rotos e ilusiones desvanecidas (ce con).

(Su) El sueño recurrente de quien transita por una vida incompleta, mermada por el recuerdo inmarcesible del fracaso, la derrota de lo sincero (noble). Los espectros que permanecerán en un presente eterno al acecho, como la posibilidad (infinita) de un perpetuo re-torno. Tu reviendrais comme ça l’air de rien. Sad song.

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