domingo, 13 de junio de 2021

Lo mismo

 
Edgar Morin, Jean Rouch. “Chronique d’un eté”. 1961

“… There are scenes, there are blues
There are boots, there are shoes
There are Turks, there are fools
They're in lockers, they're in schools
There in you, then there was you…”

“… “A naides tengas envidia,
es muy triste el envidiar…”

Detenerse excesivamente en lo propio conduce a un ensimismamiento que nos retrae del mundo colectivo, de otra dimensión de lo real, tan vasta, tan necesaria para la percepción equilibrada de nuestro acontecer, nuestro dasein con los pies sobre el asfalto y la conciencia convenientemente calibrada. Una quimera antológica (y ontológica) para el ser pasivo, complaciente contemporáneo.

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