![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyiyMsBQl6LFaJHC0EWHlUIkNo82YTkA2Ls4H5iAVFOQg-vB49-F_uPOHt68ckMJyMq48wjtS6_as49MmaaAxqenEMrbd6GOz-MEkxMDVPo3fYtCBt1vwItyHuUMg8lmtBcAMTh7XqOzg/s16000/atalante.jpg)
Jean Vigo. “L’ Atalante”. 1934
“… E onde a sorte há de te levar
Saiba, o caminho é o fim, mais que chegar
E queira o dia ser gentil
À tua mão aberta pra quem é…”
Y de la admiración el respeto.
Como un medio tiempo que gana cuerpo a medida que progresa, que desarrolla el elegante galanteo de la atracción, la vocación sublime en la pleitesía.
Y del respeto el amor.
El único camino posible del periclitado proceso de simbiosis. Candor, cadera, cadencia, cardioide, concupiscencia, cúspide.
Y del amor el apasionamiento inextinguible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario