Dissabte 19

Me paso horas de duermevela, con señora de la limpieza que al estilo Corcuera entra en la habitación. Do-Not-Disturb!!!, no sabrá leer...

Decido salir al exterior sobre las 17'00. Resaca demoníaca. Calor gaditano, pegajoso, húmedo... más gente en el metro que en las calles...
A eso de las 18'00 llego al Parc de Montjuïc, dispuesto a la escalada de la escalera versallesca del acorazado Potemkin con Lorenzetti en la nuca.
No había nadie en el Museo Nacional d'Art de Catalunya que no estuviera sudado y con la expresión crispada. Mi master Duchamp, Picabia y Man Ray merecieron la proeza. Estaba casi todo, salvo el facsímil chapucero del "Étant Donnés", resulta cómico que la famosa puerta fuera de Cadaqués. Más mirones fetichistas.

Al regreso, después de una buena ducha, agarro el Metro reservando fuerzas para la que se me viene encima. El barrio de El Maresme se confunde con la juventud reverde. De dónde habrán salido tantas chicas guapas...

En el Walkman Stage encuentro a unos Stranglers que parecían una banda de verbena más que otra cosa. Quién emplea covers de grupos tan desconocidos como The kinks (ay señor) para plantear un concierto, teniendo tantos temas propios. Parece que la vida de los grupos es todavía más breve que una relación sentimental...It's All Downhill after the First Kiss.

Me siento en la Strada, a la espera de la compañía polski, mientras prueba sonido Mogwai. Siempre pasa lo mismo, existe cierto tipo de colectivos que no saben dónde se meten para acabar recriminándole al músico que no es su onda, de ésos que inflan preservativos, se disfrazan y andan overdose a las cinco de la tarde.
Comienza la ceremonia. Siempre pasa lo mismo, el magnetismo de los escoceses sigue intacto, la gente no termina de creérselo, como abducida. Los niñats increpan: "¿Pero es que no van a cantar nunca?". De arriba a abajo, de abajo a arriba. Te suben a lo más alto para luego dejarte abandonado en el piso de cemento, droga adictiva de alto positivado en dopaje, Desde "Yes! I Am a Long Way from Home" (parecen leerme el pensamiento) con el ideario de su propuesta en boca de una japonesa, hasta "Mogwai Fear Satan", los diez clásicos temas (de 1997) amplificados con la rotundidad, destreza y sensibilidad de una banda casi perfecta. Amor de largo recorrido, qué lindo. Estoy harto de tanta fast food.
Después de esto sólo cabía dormirse y decirle buenas noches a tu amante favorita, "adiós, hasta la próxima", pero quedaba más noche.

El esperpento tiene un nombre, John Lydon embutido en un enorme traje de restos de tela (¿querría perder peso?), escupiendo, sacándose mocos de la nariz, bebiendo whisky y haciendo sus tradicionales muecas histriónicas. Sigue dando miedo el chabón y siguen dando guerra estas viejas ratas de alcantarilla londinense. "God Save the Queen" y mi favorita "Anarchy in the UK".

Del punk original al post-punk snob de C.S.S. Estas niñas bien de Sao Paolo consiguieron abarrotar el aforo entre partes de un mismo todo. Nena, qué vestido más feo. Momentos puntualmente divertidos. Más para discotecas y fiestas en casa. Nos escapamos un momento para ver a Leila dado que perdimos a The Raveonettes incomprensiblemente...las cosas de la nocturnidad y la alevosía...Allá estaba la iraní, escondida tras la mesa, mostrándonos un trabajo menos fresco (se nota que son composiciones antiguas) tras el largo paréntesis, directamente encasillable en un apolillado Bristol Sound.

A correr tocaba, para no perderme a mis últimos amores. Foals convencieron con las canciones más dancers y con las otras, más difíciles de digerir, de corte experimental y repetitivas. Los chicos le pusieron garra y demostraron saber lo que es un escenario grande, haciendo piruetillas, buscando respuestas y momento "me pasé con las pastillas" golpeando las guitarras contra los amplificadores, un clásico. A la altura de "Cassius" ya nos tenían a todos de su parte.

Es un grave problema que Los Planetas toquen a las 2'55, por dos motivos. A esas horas ya han acabado con toda la farmacia del backstage y a este lado el personal anda a las mismas. ¿Se cayó el árbol en el bosque si nadie lo vio?.
Tengo vagas referencias. J no se caía. Bien. Pero cantaba raro, como sabinero (cielos qué horror). No tocaron muchas canciones del último disco, que era lo que yo demandaba (una especie de auto-inmolación), salvo las más pop, menos progresivas. En cualquier caso, todavía no sabemos si corear las letras de Los Planetas cauteriza las heridas o las vuelve a abrir. Se trataba de mi famosa hora del "bobo" en la que me da por escribir tonterías y mandárselas a quien no debo. Cuándo aprenderé a controlar-me.

Pizza fin de fiesta, besos de despedida en el metro, reincidencia panoli internetil em-bebido sobre las 5'00 h. Bedtime

Se me olvida poner el despertador y mi ángel de la guarda me despierta una hora antes del embarque. Salgo corriendo con un taxista llamado Alonso. Ay que dolor, la dolorosa. En el avión, totalmente roto, siento que me falta algo, busco, rebusco...he perdido mi anillo, el anillo. No puede ser un indicio metafórico más claro. Las señales divinas que nos guían en las alturas. Abróchense los cinturones, se aproximan turbulencias.

Se-ville abrásame con tu calor, dame abrigo maldita rencorosa mujer.