martes, 17 de marzo de 2009

Ceremonia















Hubo un tiempo en el que la vida parecía eterna, queríamos que todo pasara muy rápido, crecer a golpes para saborear la libertad del que pretende controlar su vida. Ser diferentes porque nos sabíamos diferentes.
HTRK me retrotraen a lo mejor de ese pasado, con más vistas al presente que a las concesiones nostálgicas. Aderezados por una imprescindible densa bruma germana, en "Marry me Tonight" (2009) resucitan las almas de Joy Division, Bauhaus, Siouxsie, Xmal Deutschland, la eterna sombra de la Nico velvetiana en Jonnine ejerciendo de sensual nigromante, o el mejor Cave berlinés: no en vano está producido por Rowland S. Howard. Las sucesivas escuchas, como ya ocurriera con "Nostalgia" (2007), de "Ha", "Rent Boy", "Panties", "Fascinator" o "Disco ", producen una adicción difícil de localizar en otras bandas actuales, sección rítmica parca, ruda, liderada por el bajo grueso de Sean Stewart, orillando en las aguas de los mejores The Cure ("Fascinator") o Suicide ("Panties") con vocación de pista de baile mal iluminada.
Una parte oscura que no se abandona, transmitida a nuevas generaciones a modo de virus infeccioso, eterna letanía mil veces bailada, cantada... Piel tersa de la juventud henchida de nocturnidad y alevosía. Como en un sortilegio, somos conscientes de que nunca dejaremos de tener aquel espíritu after-punk, se lleva en el carácter y la actitud.

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