domingo, 1 de marzo de 2009

Rey sol

Antonio D. Resurrección. s/t. 2001

Los domingos son días de capitulaciones sobrevenidas por las re-capitulaciones semanales, un sabor agridulce que ni el elixir más potente puede mitigar. Cuando el corazón exonera a la cabeza de su estado de vigilia y anhelamos la duermevela, los contornos difuminados.

There's no other ending, sunday sun

3 comentarios:

Pablo dijo...

Muchacho, o ayer tuve uno de esos domingos difíciles y esto es sólo un ataque de empatía (y en última instancia un acto de amor) o te estás superando a cada post.

Antonio D. Resurrección dijo...

Los domingos traen consigo la empatía melancólica de la que pretendemos huir. Sólo es que vemos pasar el tiempo y nos ablandamos/abandonamos. Nada grave ni reversible.

Monday, Monday!!!

Besos, Paul.

Anónimo dijo...

Sabina,en una canción escribía sobre lo triste que se sentía sin ella,y comparaba esa tristeza con el halo que tenían los domingos del jubilado...Sí,algo de agridulce suelen tener esos domingos de melancolías tranquilas...Menos mal que existen los lunes,que son la esperanza de la semana.