viernes, 25 de julio de 2008

Run, run, run (V.U.)


















Antonio D. Resurrección. "El proceso #6 (BER.27.02.08)". Serie "El proceso". Fragmento. 200 x 80 cm. Fotografía digital láser. 2008

Cuanto más corro, menos me alejo de lo que quiero olvidar. Y lo peor es que ya era consciente de ello antes de dar siquiera el primer paso. Me veo en un traje que no me debería pertenecer.

6 comentarios:

___Reminiscencia___ dijo...

Flaquito lindo
Me gusta tu onda y la música que escuchas. Lastima que el devenir azaroso de los tiempos, nos repartió lejos.
Chao.

Antonio D. Resurrección dijo...

Ché nena, que es es el primer round! echale un poquito de onda, :)...
Existen fronteras más importantes que las geográficas.
However esto es un Blog, la realidad es mucho más interesante, seguro ;)

Me encantan los alfajores santefecinos. Verdaderas bombas!!

Besos. Chau

*Gracias por los piropos

___Reminiscencia___ dijo...

Entonces intentare meterle más onda, ja,ja. En cuanto a que la ‘realidad’ es más interesante... si quizás sí, aún me atrapa...
Mire usted, así que ha degustado alfajores santafesinos, son ricos vedad.

Saludos muchachito. Au revoir

Antonio D. Resurrección dijo...

Te sorprendería saber cuántas veces crucé el charco para ir a Bs As. Boludito enamoradizo que es uno. No termino de aprender las cosas más evidentes y ya me toca.

___Reminiscencia___ dijo...

Viajar tanto...hay que retrasar las desilusiones (¿). Vamos a introducir una fórmula clásica lacanina, sin profundizar en demasía:
“Amar es dar lo que no se tiene a quien no lo es”. (en tono fuerte como lo dice él)
De ahí que el amor se organice en torno a un engaño tan radical como necesario, pues lo que no se tiene es el objeto, y lo que no lo es, es precisamente el ser, destino y función del objeto en juego. Así la pasión amorosa, su furioso ímpetu en Alcibíades (Platón: Banquete) vendrá a mostrarlo, procede del defecto estructural de todo objeto, y la apariencia ontológica del ser, alcanzados y reunidos en el amor por una plenitud imaginaria cuyo gesto de atribución investirá al amado con el objeto que no posee, y haciendo existir a quien no lo es como condición de su entrega y destino.
Es evidente que la culmine de la farsa, (ficción), se arme entre las redes. Igualmente el individuo, (esto es bien Nietzscheano) necesita de ficciones, engaños ...etc, etc)---

Pero este parece más bien un tema reservados a los poetas. Sin intenciones de aburrir, se lo saluda ADR.

Chaos

Antonio D. Resurrección dijo...

De alguna manera, profunda, uno mueve su discurso estético (como artista que es) entre la realidad y la ficción. Quizás por eso confunda, y guste confundir (al modo cortazariano), ambos mundos. A pesar de tener los pies bien agarrados al suelo el amor me termina siempre ganando. Así me va...
Para nada me aburren tus comentarios, muy al contrario me resultan muy enriquecedores.

Besos