miércoles, 20 de agosto de 2008

Too young to die, too old to survive














Wim Wenders. "Paris,Texas". 1984


Cuando menos es esperado llega el momento, así de esa manera, uno no tiene la culpa. Como cierta conjunción de astros imposibles que suenan a final de trayecto desértico, la culminación de una búsqueda. Nos gusta creérnoslo así, a pesar de conocer los entresijos del juego y el sempiterno final letal. No hay manera de ponerle un nombre concreto al disparate que nos mantiene vivos...
Habrá que armarse de un corazón amnésico y lobotomizar lo que la sensatez nos avisa con una lucecita roja...¿es posible a sabiendas de lo fútil y desesperado de la estrategia? Nunca el conocimiento sirvió para tan poco aunque un atisbo de esperanza se refleje en el atolondrado semblante sonriente. Y adoro hacer sonreír.

To J.S.

4 comentarios:

Helena Martín dijo...

Me hace gracia el dicho de que el hombre en situaciones límite hace cosas insospechadas. Siempre se asocia con el instinto de supervivencia, la risa es una de esas "cosas insospechadas" aparece por que sí y la vida nos da.

Aunque haya veces que nos cueste creerlo...sempiternamente excéptica.
Besos!

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Pues entonces sí eras tú. No me acerqué porque no estaba muy segura de que fueras. Nosotros estábamos dos bancos delante pero en los de la derecha, yo estaba al lado de Ele y Ella al lado de JC. Las dos tenemos el pelo rizado. Besos

Antonio D. Resurrección dijo...

Yo soy yo, no me cabe duda. Singularidad y excepcionalidad en lo bueno y en lo malo, rompieron el molde...
La próxima vez, supongo, que lo "virtual" me genera anticuerpos...

En cuanto a la risa, espero que no sea Bergsoniana. Como quiera que sea, me encanta ser un payaso, entre col y col...

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

La próxima vez me acercaré si te veo.
Saludos