viernes, 23 de marzo de 2018

Ornamento y delito

La caja del diablo. Comunicación Audiovisual. 2018



















Ciudadanos de clase media, de vidas agrisadas y convicciones anémicas, con diluida querencia por los discursos presuntamente conciliadores, altamente reaccionarios, sist-hemofílicos.  Gente que se fundamenta en la atonía, gente de bien.
Hemos de suponer que, para una gran parte, la vida se resume en redactar ejercicios escolásticos de C1 ("Nerd Talks"), en los que nos congratulamos siendo políticamente correctos: el multiculturalismo, el consumo responsable, la vida sana y deportiva, el eco-friendly o la simpatía por las artes. Todo lo que de aggionarmiento pueda traernos vivir y más, porque vasto es el campo en que lo hipotético anestesia ajustadamente nuestros cuerpos, nuestras mentes, sin menoscabo alguno.
Mientras, la otra realidad, la de los gritos y tumultos a pie de calle, golpea el cristal en su más cruda metamorfosis. Un meteorito inconmensurable, negro, ignoto, que zarandea el softconfort burgués del aula y desmorona el idílico constructo que apenas sirve para sostener el discurrir de sus vidas. Writing & Speaking.