
Antonio D. Resurrección. "Paraíso artificial". Serie "Interferencias". 100 x 70 cm. Fotografía digital láser. 1999
La porosidad de la piel conduce a una mejor oxigenación cerebral. Hemos pasado de una auto-consciente privación, como la del asceta que encuentra placer en la claudicación de sus constantes vitales, a reventar compuertas de una inmensa presa que ahora viene dirigiendo el torrente de agua hacia innumerables objetivos, liberación de energía que se desparrama, Bremsstrahlung...
Nada aparentemente especial, nada trascendental es siempre el comienzo de algo, al menos algo nuevo, o quizás lo mismo de siempre metamorfoseado en "otra cosa". Qué más da ¿no?.