
Wes Anderson. "The Darjeeling Limited". 2007
Cada vez que uno se enreda en carreteras secundarias parece no ver el momento de salir de esas curvas cerradas, abandonadas a la naturaleza, polvo y baches que, como cicatrices del camino, obstaculizan tu trayectoria. Dando tumbos procuramos centrarnos en el destino, nuestro próximo objetivo. No vemos el día en que llegaremos a las grandes autovías, ésas que presuntamente nos dan la ilusión de la felicidad a través de la velocidad y la conducción ligera. Ese momento llega, cuando menos te lo esperas y parece increíble que uno haya dudado de ello y hasta de sí mismo. Sientes la libertad al ritmo del velocímetro, y no puedes por menos que sonreir, una risa tonta permanente que impide que vuelvas la vista atrás...lejos, muy lejos.