jueves, 30 de enero de 2014

Samantha

Spike Jonze. "Her". 2013















De la imposibilidad de la verosimilitud. De la imposibilidad de un amor casi exclusivo, del carácter expansivo de cierta condición afectiva que vulnera cualquier atisbo de trascendencia allende del mero fluir, adscritos a la actualización permanente de los sistemas operativos, donde la novedad, ese veneno almibarado, trastoca una voluntad mil veces diezmada por promesas escritas en futuro imperfecto. El constante fluir hasta que todo se extingue, hasta que los certificados de garantía caducan, hasta que quedamos desnudos ante nuestra solitaria osadía: ese sueño condenado a malograrse. Y quizás se vuelva a reanudar el camino desdibujado, se pueda volver a renacer, en medio de un océano de ruido, allá donde los coches no pueden llegar.

miércoles, 29 de enero de 2014

Boomerang

La caja del diablo. Comunicación Audiovisual. Berlín. 2013


















En el inconsciente del colectivo no existe demanda real de una información objetiva y veraz puesto que, más allá de que se plantee como una quimera a día de hoy, lo que realmente buscamos es un medio especular que nos devuelva impolutas nuestras propias convicciones.

jueves, 23 de enero de 2014

Sacudida

Noah Baumbach. "Frances Ha". 2012















Rienda suelta a las emociones, la permanente búsqueda de una vibración vital que rompa con las cadenas vinculadas a lo estrictamente biológico o al constreñido ámbito de lo establecido. De la pérdida de la inocencia y las sensaciones puras al rescate de los valores que legitimaron la identidad de la persona. El regreso a los principios elementales del estremecimiento. La piedra que rueda incansablemente a la deriva determinando trayectorias refrendadas por el inefable halo de la frescura.

martes, 14 de enero de 2014

La vida onerosa


Vincent Gallo. "The Brown Bunny". 2003















Sólo la irreversibilidad de las acciones puede permitir cierta vislumbración de progreso, de desarrollo ulterior. El error como paradigma de la sabiduría vital adscrito a una suerte de laberíntico discurrir que puede enaltecer las conquistas o precipitar al vacío, en una cadena de hechos luctuosos, al atribulado personaje. En ese juego, altamente sofisticado, las posibilidades de redención son tan exiguas como necesarias y las opciones de navegar maltrecho, infinitas.