jueves, 29 de noviembre de 2012

Nublado

Richard Ayoade. "Submarine". 2010
















Se debe estar atento a los vicisitudes del discurrir cotidiano, auspicios como señales en el camino que ofrecen pequeños flashes iluminados, fragmentos de una narración incompleta pero plenos de conocimiento. Puede ser un aviso del destino el que hayan desaparecido tantas imágenes, tantos escritos, tantos archivos. Una nueva ocasión en la que el medio informático interfiere en los enrevesados asuntos de las pulsaciones… Y ya se sabe que quien no tiene la presteza de interpretar las escrituras, quien adolece de una sensibilidad perceptiva adecuada, está condenado a servir de lastre de los pasos de los acontecimientos, a dejarse comandar por ellos. 
La vuelta a la elección, la necesaria capacidad de elección que indica qué debe ser lo correcto en cualquier momento, alimentada por una serie de improvisadas evocaciones, antídoto contra el principio de incertidumbre que suele dominar la laxa condición humana. Aceptar la irreversibilidad de las determinaciones como motor de crecimiento, la clave que resuelve el enigma de la felicidad. 

martes, 20 de noviembre de 2012

Sofisticada

Richard Ayoade. "Submarine". 2010



















Hay quien cree que los sentimientos sólo corresponden a las pulsaciones y los estados viscerales de las emociones. Hay quien cree que es posible sustraerse al omnímodo poder del cerebro, ése mismo que permite que podamos enamorarnos, que podamos odiar, que podamos recordar, que podamos perdonar, que podamos sentir plenamente cada estremecimiento de nuestra piel, que podamos vivir. Hay quienes creen que desarrollando la cultura y la inteligencia multiplicamos por tres aquella sensibilidad tan carnal y que no se entiende la vida sin una pareja tan bien avenida, puesto que los efectos de semejante alianza no tienen rival posible. La sofisticación del deseo.

viernes, 16 de noviembre de 2012

ADR DJ. Set. 16.11.12

La caja del diablo. Comunicación audiovisual. 2012

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Abominable

Richard Ayoade. "Submarine". 2010



















La bestia que devora a sus víctimas, un puro desatino extraído de la profundidad de las tinieblas, convenientemente documentado en innumerables mitologías que acrecientan la idea del mal como una pieza compacta sin apenas fisuras. Alimaña que devora a sus frágiles presas. Acción y efecto de una historia sesgada y del desdoblamiento de una nueva versión documental, políticamente correcta, en beneficio de minorías que acaban recurriendo a los subterfugios, tan vilipendiados, de hipotéticas mayorías absolutistas, represoras. Mucha literatura presuntamente sesuda que más que equilibrar, estabilizar, ofrece nuevas vías ventajistas de cínico conocimiento, al abrigo de los espúrios intereses de género.

La tierra de nadie resulta ser de nadie, no se puede monopolizar la condición de víctima como tampoco se puede acotar el papel del verdugo de una manera contundente, por la simple y complicada razón de que la condición humana carece de contornos nítidos, claves altas o bajas, roles bien específicados en manuales de rigurosa verificación. Ningún infierno gozó del régimen de exclusividad. Unos se encuentran en una dirección y otros en otras... 

Y en medio de esas falsas interpretaciones podemos ser capaces de encontrar vías de conexión, infinitud de matices que enriquecen las múltiples versiones de la realidad y de la identidad, verdaderamente verosímiles. Quizás todo se reduzca a una visión desprejuiciada que sea capaz de adentrarse en el mar, con el vigor del espíritu adolescente, al abrigo de una mirada de complicidad, ni más ni menos.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Edificante

Reinhard Mucha.























Hay que construir con rigor para intentar evitar dar una imagen precisa de las cosas.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Espectros simétricos


































Los espectros simétricos aparecen y desaparecen entre el caótico tumulto informativo, a modo de indicios, hitos que realimentan el estado latente de la memoria. Advertencias de un todo que se reconoce inasible, cercenando articulaciones, rectificando trayectorias, como un pantanoso virus silencioso que se manifiesta recurrente, en el momento menos oportuno, sobre la fría espalda desnuda. Una dolencia crónica de la que no podemos sustraernos, resignados ante la sorpresa de un leviatán llamado nostalgia.