Fred Zinnemann. "From Here to Eternity". 1953 |
Pacientemente orillados, con el agónico borde de la ola cercenando los pies y el salitre solidificando un amago de lágrima... Confundiendo carne y arena, omnímodo sol perpendicular cauterizando las heridas. A la espera de docenas de mensajes lanzados al mar de manera rutinaria. A la espera de una llamarada que nos redimiera de nuestra perpetua condición de náufragos.
Y cuando el tiempo parecía una extensión inabarcable, los pies se elevaron del suelo, las heridas desaparecieron y los ojos dejaron de parpadear... Un minúsculo fulgor en medio del océano se hacía fuerte, gigante, fuego rojo vibrante que extendía sus grandes brazos anaranjados hacia nosotros…
El temblor inefable del destino que nos traía de vuelta a casa.
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