domingo, 21 de septiembre de 2008

Univocidad


















Antonio D. Resurrección. 2008

Nadie puede querer si no está dispuesto (consciente o inconscientemente) a ser querido, prueba irrefutable de ausencia de autoestima, crucial requisito para establecer el necesario vínculo con el/los otro/s. Primero arreglamos la casa, luego nos vamos de vacaciones.

2 comentarios:

Helena Martín dijo...

Será que leo mucho a Unamuno ultimamente, pero una vez que nos quitamos la niebla de en medio nos enamoramos del mundo entero como le pasaba a Augusto Pérez :)

Antonio D. Resurrección dijo...

Mejor pecar de exceso que de defecto y el que se enamora con facilidad, abierto al mundo, vive la realidad de las cosas con tal verosimilitud (de ahí el pánico escénico de muchos) que pagan la singularidad con el descrédito de los cobardes.