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Albrecht Dürer. "Melencolia I". 1514

En el periodo estival suelen surgir acontecimientos inesperados, algunos extraordinarios y otros sorprendentemente negativos. Es como si la luminosidad y el exceso de grados no fueran marco adecuado, predecible para las manifestaciones menos honrosas. Cabe la posibilidad de que ese amplio espectro temporal "ocioso" facilite un estado de auto-reflexión permanente, tan caro a las prácticas artísticas (las buenas). Algo así como un profundo examen de auto-conciencia y memoria, aunque, al saber del ocularcentrismo europeo (vía cartesiana), el pasado sólo se preste bajo una vaga e imprecisa realidad carente de verificación perceptual.

"mela, mela, mela, mela, melancholia
melancholia, mon cher
mela, mela, mela, mela, melancholia
schwebt ber der neuen stadt
und ber dem land"