domingo, 8 de junio de 2008

In-Satisfacción










































La antigua amante que se ve después de mucho tiempo, decepciones anunciadas, expectativas fruto de una memoria siempre caprichosa y voladora. Ya sabíamos de esta película, conocíamos por puro empirismo cuáles eran los efectos del excedente de ilusión, y aun así continuamos repitiendo caídas, rodillas desolladas...

Aunque siempre es grato volver a encontrarse con Ira Kaplan, Georgia Hubley y James McNew, Yo la tengo desarrollaron un concierto que supo más a beso protocolario que a otra cosa en los ensoñadores jardines de la Cartuja. Se ciñieron a los temas lúdicos del último disco, como "Mr.Tough", y a una distorsión perfectamente desplegada, como en el hipnótico "Pass The Hatchet, I Think I'm Goodkind" un poco recortado, regresos al extraordinario, no superado o igualado, "I can Hear the Heart Beating as One", o al no menos estimado "Painful"... Todo muy rápido y expeditivo, pocos medios tiempos o lentos: ¿cómo dejarse en el baúl "Pablo & Andrea", "I Feel Like Going Home", "The Lie and How we Told it", "Little Eyes" o "Tears are in Your Eyes" ?. Un planteamiento demasiado plano y algo distanciado, a pesar de la incuestionable maestría del directo de los de Hoboken. No obstante, como con aquellas antiguas amantes, hay que ser condescendientes con nuestro recuerdo más que con ellas.

Luego ocurrió lo que siempre viene ocurriendo en Territorios: la pachanga erótica festiva, en este caso, los "old" New York Dolls, se llevó a un público cada vez más dopado y menos presto a escuchar. Es un hecho que existe gente que paga veinticinco euros sólo para drogarse en los conciertos. Como quiera que sea, David Johansen, el padre de tantos, a veces parecía un Mick Jagger entonado, otras al de Aerosmith en una tómbola... y me dió por pensar, ¿así quedaré dentro de veintitantos años? ¿El Ron Wood andaluz? ¿llegaremos a contarlo, felices incluso?...tenemos tarea.
En medio de estas baratas divagaciones existenciales caían sobre mí grandes dosis de A.O.R. añejo ramoniano, el inefable comentario "¡Esas palmas!," micro al público, o el manido repaso por los miembros de la banda "A la batería ... ". Será que somos muy aburridos, o que amamos demasiado a la música ("todo el mundo, lo tiene que saber") y ya sabemos qué pasa cuando "demasiado" persigue a "amar" por calles angostas, pero salvo algún que otro clásico de obligado contoneo, no me causó el efecto que debe producir una banda legendaria como ésta.

Me quedo con la aparición sorpresa de mi amigo Juan Pedro, al que sus labores paternales le impiden vernos más de lo aconsejable. Este tipo de amores nunca se rompe, nunca defrauda, muchos años de confianza en tiempos de "Sálvese quien pueda, quien pueda que se salve"... Será la gran crisis que todo lo mancha.

Festival Territorios. 07 de junio de 2008. Sevilla

2 comentarios:

Ale dijo...

no fué por culpa de la moto, pero no pude ir. cachis

saludos

buena foto la última

Antonio D. Resurrección dijo...

Ooooohhh. Ya decía yo que faltaba algo entre el público. Demasiados "vespinos". A pesar de que no me encantaron,estuvieron bien.

Sobre la vieja foto universitaria, el espíritu de búsqueda y diversión permanece intacto. Como dice Waits, "Ningún perro se ha meado sobre una rueda en movimiento".

Chau, chau