viernes, 26 de diciembre de 2008
Vehemencia
The Verve. "Bittersweet Symphony". 1997
En más de una ocasión hemos podido comprobar que la actitud polite no es la más adecuada, atendiendo a variables como puedan ser los receptores, el contexto o las aspiraciones de cada persona. Estos elementos pueden determinar un feed back que no necesariamente ha (debe) de producir respuestas "políticamente correctas".
¿Hasta dónde puede conducirnos la "actitud educada" y "civilizada"? ¿está el mundo "democrático" preparado para aceptar la "bondad" como moneda de cambio?, ¿estamos preparados para aceptar y respetar la diferencia?, ¿Hasta qué punto no es aquella una idea heredada de una de-formación judeo-cristiana?, ¿es la "corrección" un sinónimo de debilidad?...
A veces hay que recurrir a la entereza y el valor para conseguir las metas que se quieren alcanzar, no son momentos de volver la vista atrás o practicar modos protocolarios, dado que quien tiene un objetivo, ideas claras y rotundas convicciones debe prescindir de correctos recursos sociales (es mejor quedar como un ser "a-social" que como un "panoli"). Los mismos recursos que frecuentemente son manipulados, a modo de extorsión social inconsciente, para frenar a las personalidades singulares y "revolucionarias" puesto que la revolución, como tal, debe comenzar por uno mismo, lo que puede provocar presuntas víctimas en el presunto orden social.
Pero quiénes son los realmente damnificados en esta farsa colectiva, ¿los que chocan con lo nuevo, diferente, extra-ordinario? ¿O los que sucumben al embudo del sistema social y abandonan sus peculiaridades en beneficio de la indiferenciación colectiva?
Keep walking, Richard.
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2 comentarios:
Me vuelve loca esa canción.
Por más tiempo que pase, y ha pasado bastante, me sigue enganchando y mucho.
Bienvenida de nuevo.
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