"In the Future No One Will Be Famous". 31 October 2006-14 January 2007. Schirn Kunsthalle Frankfurt. Frankfurt. Germany.
"En el futuro, nadie será famoso"
Esta será la tendencia de un sistema democrático con vocación globalizadora: un mayor acceso a los canales culturales producirá lo que ya viene siendo la progresión aritmética "cultural" actual. El excedente de artistas, musicales, plásticos, propiciará la indiferencia y anemia conceptual (por saturación, repetición) del producto artístico.
Todos convertidos en individuos potencialmente "creativos" (el ideario punk) y en ese sentido igualitario ("igualizador"), nadie podrá ser considerado "artista" a falta del necesario binomio de opuestos que garantice la identidad, singularidad, por contraste.
Dicha dinámica debería exterminar el proceso especulativo-mercantilista, tan caro a las actuales artes, al atorar los canales de la presunta oferta "cultural". En el caso de que remitiesen estas ambiciones oportunistas, paradójicamente, la maquinaria capitalista con sus ciclos económicos, podría facilitar una "vuelta al orden", en cuanto desaparezcan del mapa, aquellos manufacturadores de objetos culturales con vocación de trascendencia crematística. La utopía de una sociedad cultural creíble, verosímil, auténtica, se generaría así en el frágil tejido de una organización fundamentada en el valor de cambio, pero no se hagan demasiadas ilusiones, porque si los ciclos capitalistas presumen de estar preparados para los cambios, menos capacidades de mutación poseen las conductas licantrópicas del individuo.
2 comentarios:
Glubs.
Pues no está mal. Los famosos no son más que imágenes idealizadas del hombre que se hace casi dios, por sus cualidades especialmente relevantes en función del momento social y vital en el que tenga la suerte de vivir y de destacar. Una copia vil de lo que hace ha hecho durante toda la historia el esclavizador arte de la religión con sus dioses para la subyugación de las masas. Así que todos iguales, ala¡¡
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