viernes, 9 de marzo de 2012

Un caballo






















 Federico Fellini. "Otto e mezzo". 1963

Y de quien ha tenido un reino nadie puede esperar que su actitud sea pusilánime, conformista, y de quien ha poseído riquezas inefables no cabe la duda de su necesidad de plenitud, una ambición ajustada al nivel de sus conquistas…

Y si el futuro no deparase más que trayectorias quebradas, inclinadas y el polvo amarillo del recuerdo convirtiera las imágenes en una vano espectro inconsistente, una melodía que no acaba de romper, habría que volver la vista, contemplar las retorcidas sendas del camino, aceptar que en el mismo hecho del recorrido existe una victoria implícita, el tesoro tan valioso como amargo de la experiencia.

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