lunes, 14 de mayo de 2012
Hipnagógica
Antonio D. Resurrección. S/t. 2011
En ese correr se escapaba la vida, en ese correr manteníamos el pulso vital, en ese distanciamiento alcanzábamos cierta separación del firmamento, respirando un aire más limpio si cabe, henchidos de un egoísmo saludable, anestesiando el rumor de lo cotidiano con perspectivas impredecibles, una permanente egresión, ajenos al deambular prosaico de la gran masa... En ese correr lo perdimos y lo ganamos todo.
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