miércoles, 12 de septiembre de 2012

Doloso

David Cronenberg. "A Dangerous Method". 2011


















Los marcos legales de toda relación causal son el resentimiento, la desconfianza y la prepotencia. Un inmenso torrente de diversos orígenes que se aglutinan en el ambiguo delta crepuscular, entreverándose puras aguas cristalinas con ramajes, turba y lodazales de diversa procedencia. En concordancia con los factores de riesgo, el vínculo termina convirtiéndose en una deriva de corrientes alternas, corrientes continuas, diferentes tensiones propiciatorias del permanente desencuentro entre lo legítimo y lo accesorio.
Se posterga el momento de la ética porque según nuestro instinto más inconfesable, nunca es el momento adecuado para aplicarla. De esta manera, la religión prolonga, en su beneficio, la agonía que el hombre tiende a eludir por una inercia pragmática, rayana en el inconsciente animal.
Quizás nunca hubiera intención alguna de gestación de convicciones dado que, mientras permaneciera la posibilidad, quedábamos indemnes ante la lasa ley de nuestros ojos.
En aquellos vertidos emanados se acaban fomentando juicios de valor, de cara a la galería (sin público no hay fantasía), que posteriormente reclamarán daños y perjuicios, merced a las acciones que nos desvelan. La evidencia siempre tuvo malos aliados.

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