jueves, 10 de enero de 2013

Sonrisa

Sofia Coppola. "Lost in Translation". 2003


















De cómo los hechos y los efectos de los hechos se tornan comprensibles bajo el prisma de la repetición. Esas curvas cíclicas admonitorias que cursan un protocolo de actuación casi idéntico, variables de períodos obscuros con brillantes y resplandecientes días luminosos de invierno. Y si el destino quiso poner punto y final a una prolongada deriva existencial, en el exacto momento en que otrora fulminara estos mismos sueños actuales, sólo cabe asumir la extraordinaria capacidad del discurrir vital, convenientemente canalizada por la perseverancia de quien tiene la exigencia de dirigir su propio devenir. La felicidad ha vuelto a visitarnos y hemos sabido ser buenos y viejos amigos anfitriones. Lucky Man.

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