Berlín. 1989
“If you think nothing is yours
And if I think everything belongs to me
How wrong I'll be, none of us have anything”.
Y de los muros surgen los sueños, lo predecible como anhelo y fuerza centrifugadora de la voluntad. Se trata de la perpetua energía retroalimentada entre contrarios, una contienda que mantiene el pulso vívido de lo vital. Eternos planeadores chagallianos sin desaliento que desconocen la probabilidad del límite y la intransigencia. A unas fronteras derribadas les sucederán otros obstáculos no menos sutiles, también la generación de savia nueva que nos regale la posibilidad del cambio. Ilusión pragmática.
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