lunes, 28 de octubre de 2019

Duermevela

 
Claire Fontaine. "Capitalism Kills Love". 2017

“And if we rise my love
Before the daylight comes
A thousand galleon ships will sail
Ghostly around the morning sun”.

El retorno de lo inesperado, como una vuelta a la inocencia blanca de unas cortinas lavadas, jaleadas por la brisa marina. Lazuli, la casa de la playa, Beach House, un pequeño cuarto en el que la pareja entrelazada habla sobre lo contingente y se pregunta por los efectos de cierto malestar físico, embarazoso, Il deserto rosso, un síntoma agridulce proyectado al futuro.

Desde la distancia, la posibilidad de una re-conexión, porque los vínculos que otrora se crearon, son indisolubles a efectos extrasensoriales. I put a spell on you. Speak & spell, spellbound. Organizar la información, esquemas y requisitos, fotogramas de una ilusión largamente esperada. El run run de un cerebro que no cesa de reflexionar, re-capitular. Las capitulaciones de Santa Fe. Piononos. Nueve, nono, nonato. Ninety-six teardrops.

Al calor de lo reconocido y la proximidad de la carne, haciendo cucharita, el humor del rumor de lo que se había perdido en el tiempo y regresaba onírico, macerado por el poso de la extraordinaria afinidad. Lo que no se tendría que haber extraviado jamás. Rayuela. Los amores difíciles. Unvollstaendigkeit. Donde hubo fuego, heridas quedan.

Un paseo por la orilla otoñal, de pies descalzos y jerseys de punto. La fina arena anestesia el recorrido, en vísperas de ligeras desconfianzas y resquemores, en el abrigo de la cercanía congelada en el tiempo. El viento, el aire gaditano que arremolina el pelo y acrecienta la penetrante mirada ojos de miel. Su boca, la boca junior. I love my baby and my baby loves me…

Cantos en una mano cerrada, Rolling stones, one plus one, la otra abierta, siempre a la espera expectante, reminiscencias de un pasado brillante y la oportunidad de reversión de la distancia, como de ensueño, como cuando fuimos grandes y jubilosos. Porque lo fuimos. Death of a ladies' man.
Las sonrisas de un día nublado, de filtros habilitados para el contraste. Heaven up here. Un recuerdo viste con colores inapropiados. El cromatismo trastocado y las gaviotas en vuelo rasante sobre la arena mojada.

Las algas depositadas en la orilla, acumulaciones de un oleaje vitalista, To bring you my love, down by the water, el poso de la historia en una perspectiva en fuga infinita. L'Amour en fuite. Aquilatados flashes Antoine Duanel. Abordaje del litoral mediterráneo, la sombra alargada de una canción de Los planetas o la cenicienta elegía de Curtis.

El sempiterno bucle en la ola, de aquel verano del amor, Alone again or. Apasionados y amorosos baños entrelazados de espuma blanca marina. La credibilidad en la certeza de las palabras y las cosas, la bondad personificada. Trust in me. Cabernet Sauvignon al sol inmarcesible, testigo de plein bonheur.
No hay nada más valioso que el amor, el verdadero amor. Anna Karina y Jean-Luc. El fatuo momento del esplendor de esplendores. To the sun, to the sun! Here "came" the ocean, and the waves down by the shore…

Sueño de una ilusión que acaricia la esperanza en un futuro más luminoso. Unas nubes agrisadas encuadrando la marítima, rompiendo la armonía colorida del estado de las cosas. Cachorro plateado 4901 BCG, aparcado entre las dunas de la vieja Bolonia, matrimonios y barbadillos, el insobornable sol andaluz. La transfiguración. Siempre la opción de una tercera, de una cuarta temporada. L'attirance…

Y hablando se acaba con el desencuentro, como un viejo coche que no termina de arrancar hasta que hace propósito de enmienda. El retorno de lo factible, el sabor salado de un anhelo, del eterno placer. Al enfriamiento de una temperatura ambiente que propicia el soñar con lo soñado, Ulises y un maltrecho Leopold Bloom, ahíto de afrentas, en el lecho fusor del testimonio, la corriente 348 sobre stickers fantasiosos. Un ventanuco en el baño al rugir de las aeronaves Newbery. Hear me sing: "Swim to me, swim to me, let me enfold you. "Here I am. Here I am, waiting to hold you".

El paradigma de la vida misma, monólogos que beben de sí mismos. En la encrucijada de encrucijadas: Penélope, Ulises, Stephen Dedalus o el egoísmo descarriado de Molly. La cinta sentimental de Moebius.
¿Cuántas muertes, cuántas pérdidas, cuántos? Galerada de espectros en permanente ghosting. El síndrome de Morton. Llega el amanecer, sobre esta orilla. Alles wieder offen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sublime!

Antonio D. Resurrección dijo...

Contra la barbarie, la necedad, la mediocridad y la enajenación: Cultura.
Above the stars and even more.

Sublimar lo sublime. Vaporoso…