miércoles, 2 de octubre de 2019

Los círculos

 
La caja del diablo. Comunicación audiovisual. Amsterdam. 2019

“All through the rising sun
All through the circling years
You were the only one
Who could have brought me here”

En aquel sonido del silencio, asunción (de nuevo) no exteriorizada, habitan esos círculos invisibles que determinan, con extraordinaria exactitud y organización, las fronteras más infranqueables, aquellas que quedan alojadas en el alma del individuo, de los grupos sociales, haciendo causa común de sus propios desatinos.

Un inmovilismo que, sin contar con el refrendo del carácter asambleario, es capaz de consensuar, de manera unánime, el guión no escrito. El famoso relato, blindado de suspicacia y querencia por la tradición-traición, la rutina menos dúctil.
Comme une vague, à l'horizon de l'impossibilité. Océano de Solaris a modo de reclamo subyugante, seal my fate, el magnetismo. La Zona de desarrollo próximo que re-forma nuestra conducta. Un trampolín que trasciende la superficie de lo superficial, lo previsible, lo predecible. Planear por encima de los tejados, sobre el cielo azul, face à la mer.

En los brazos de la madre venerada, en los ojos perspicaces de un padre ejemplar. El primogénito pródigo Crusoe a-islado. When I've a beard, And gone quite mad, Then you can come, And take me back, Back home to mother, My lovely mother. Y en las líneas de las manos, aquellos círculos se difuminan en jeroglíficos de piel ajada, señales de un tiempo inmarcesible. La posibilidad de volver a soñar lo soñado, de re-vivir lo vivido, con orgullo, a modo de epifanía sentimental, de convertir lo doloroso en sonrisa o siquiera la esperanza de la ilusión. De nuevo. Lo que fui, lo que soy, lo que puedo ser como ciclos de las mareas. Ese mar gaditano, la sal en la piel. Cierro los ojos.

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