viernes, 6 de noviembre de 2009
Maginot
Philippe Garrel. "Les amants réguliers". 2005
Lo que en un principio, alarde de convicción, pudiera parecer sencillo, se torna "complicado", donde las miradas inquisidoras apuntan a una condición humana frágil, vulnerable, fragmentada en porciones de especulación a la deriva...
Todo intercambio termina por convertirse en confusión indeterminada, las manos que mantienen la distancia, en la certeza de que aquella barrera preventiva nos hará fuertes, inexpugnables ante la llamada del sentimiento. Pobres desgraciados, armados de un discurso en versión original poco convincente para sí mismos. Perdemos altura. Qué miserables podemos llegar a ser. Nada tan complicado como la contundencia de las pulsaciones. Mierda, tocado.
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